"ESTAMOS CAMBIANDO EL ROSTRO DEL CÁNCER EN EL PERU" (TRIBUTO)
La evolución histórica de la cancerología peruana es paralela a la evolución del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), Alma Máter de la mayoría de oncólogos peruanos. Es un centro de alta especialización que destaca a nivel continental y cuya reputación ha sido construida sobre la base del liderazgo que ejercieron sus prominentes directivos.
![]() |
(Foto: Internet) |
En los anales de dicha institución destaca la gestión liderada por el Dr. Carlos Vallejos Sologuren, oncólogo clínico de renombre internacional.
Para este redactor no ha sido cosa sencilla hacer una semblanza sobre Carlos Vallejos, cuya trayectoria personal y
profesional se han desarrollado siempre dentro de los estándares de la
excelencia. En ese sentido, estas líneas pretenden ser una reseña sintética de su obra y sus aportes a la salud pública desde el campo de la oncología, tarea en la cual este autor ha sido testigo muy cercano. Por ello, este texto evita apreciaciones subjetivas respecto a
dicho personaje representativo de la medicina peruana, y particularmente, de la
oncología nacional y global.
Sus logros
profesionales están impregnados en la historia de la
oncología y la salud pública peruana. Su legado es una huella imborrable en la
medicina nacional y especialmente en la lucha contra el cáncer.
Visión a largo plazo
A partir de las evidencias, puede considerarse que en la evolución histórica de la cancerología peruana, y
esencialmente del INEN, hay una etapa de maduración y expansión a futuro (hoy). Esto significó una fase superior
de aplicación de las enseñanzas de los maestros de la cancerología a la realidad sanitaria peruana, ello con el impulso y la conducción de Carlos Vallejos.
Esta etapa de consolidación se
caracterizó por la implementación de un conjunto de innovadoras políticas,
lineamientos y estrategias para acercar los servicios oncológicos de calidad a
la población peruana, con enfoque inclusivo, descentralista y de mejora continua. Con ello se
activaron y potenciaron los diferentes componentes de gestión desde el INEN: atención con calidad y calidez, investigación, equipamiento, alianzas estratégicas, optimización de procesos y otros aspectos.
Desde esa
perspectiva y para sintetizar su reseña personal y profesional, podemos remitirnos a hechos ponderables ejecutados bajo su
conducción. Esos logros lo han ubicado en el ámbito de personajes ilustres de la cancerología nacional y continental.
En ese orden de ideas, cabe mencionar la implementación de su visión
estratégica, aprobada por las máximas autoridades del sector Salud en 2002. Su filosofía de trabajo se
reflejó a través mensajes estratégicos que él solía mencionar y reiterar en sus presentaciones oficiales y públicas. Estas construcciones lingüísticas reflejaron la esencia y objetivos de su gestión y
pensamiento visionario respecto a la atención oncológica en el Perú.
Cambiar el rostro del cáncer en el Perú
“Vamos a cambiar
el rostro del cáncer en el Perú”, fue el primer mensaje estratégico que se
empezó a posicionar en la institución, para involucrar a todos en ese anhelo; en el sector Salud y hacia la opinión pública. Esto significó un nuevo hito en
la atención del cáncer, gracias a estrategias basadas en evidencias científicas
que permitieron luego establecer innovadoras políticas públicas en favor de la
población más vulnerable.
Así, allá por el
año 2004, ese mensaje se fue transformando en un lineamiento fundamental de
alcance nacional. “Estamos cambiando el rostro del cáncer en nuestro país“. Fue necesario usar la forma activa y en presente de este mensaje para transmitir acción y esforzado trabajo para generar confianza en la población beneficiaria.
Esto se materializó en hechos concretos como la firma de convenios con
direcciones regionales de salud, hospitales y otros establecimientos
asistenciales para la creación de Unidades Oncológicas, que significaron esperanzas de vida para miles de pacientes con cáncer y nuevas oportunidades laborales para los profesionales de oncología.
A ello sumó el
trabajo con los municipios e instituciones públicas y privadas para crear Preventorios contra el cáncer. En ese camino, gracias a las cualidades de gestor y concertador de Carlos Vallejos, muchas de las autoridades políticas y cívicas
empezaron a comprender que en la lucha contra este mal no debe haber colores
políticos ni de ninguna otra índole, ya que es la enfermedad más democrática, pues afecta
al más poderoso como al más vulnerable.
El cáncer se puede curar
Unos años más adelante, la ejecución de ese plan estratégico diseñado con enfoque inclusivo y descentralizador empezó a dar frutos. En ese contexto, surgió el mensaje: “El cáncer es la enfermedad crónica con más posibilidades de curación, siempre y cuando sea detectado en etapas tempranas”. El siguiente paso fue informar y enseñar a la población la importancia de la prevención y detección temprana de esta enfermedad conocida también como “El emperador de todos los males”.
Por esos años, empezaron a vislumbrarse los primeros impactos positivos en las tasas de
morbilidad de aquella enfermedad. Los testimonios de muchos pacientes corroboraban esos avances y
resultados.
A lo largo de su
vida profesional, Carlos Vallejos ha desempeñado roles de alta responsabilidad nacional, desde la dirección
y como primer jefe institucional del INEN hasta su paso por el Ministerio de Salud, a los cuales se suman sus cargos como uno de los principales directivos
en la Alta Gerencia de Oncosalud y AUNA.
Su óptica visionaria en el campo de la salud trascendió los límites institucionales del INEN. Así
fue que, en 2006, siendo ministro de Salud, inició el desafío de luchar contra
el cáncer utilizando las tácticas preventivas. Desde ese despacho implementó
políticas para fortalecer el sistema de salud y mejorar el acceso a la atención
médica. En ese contexto, impulsó e hizo realidad la incorporación de las
vacunas contra el VPH y la hepatitis B en los esquemas de vacunación nacional
del Estado, enfermedades asociadas al cáncer de cuello uterino y de hígado,
respectivamente.
Mentoría para la investigación
Otro hito en la
evolución histórica de la cancerología peruana y del INEN estará consignado
como el periodo de globalización de la investigación oncológica peruana. Fue con
el ímpetu y la mentoría de Carlos Vallejos que las producciones científicas de
los oncólogos peruanos sean catalogadas como fuentes autorizadas de otros
estudios globales. De esa manera, el Perú dio un gran salto, de ser un país
consumidor a un país generador de nuevos conocimientos e
integrando las más importantes redes de investigación científica en el campo
clínico oncológico.
La semblanza de
un personaje célebre tiene muchos ángulos. La reseña biográfica de Carlos Vallejos tendrá muchas líneas desde la óptica que se quiera abordar, porque son
muchos sus aportes desde el plano personal como profesional.
En esta parte, cabe mencionar el amor por su familia. Quienes han trabajado cerca de él
saben su profundo amor por sus padres, su esposa, sus hijas y
sus hermanos, quienes han sido soportes fundamentales para su desarrollo
profesional y en la sociedad. En esta línea, también se le reconoce el alto valor que le da al concepto de amistad.
El valor estratégico de la confianza
Dicen que los
periodistas son cronistas de la historia y testigos de excepción de
momentos muy significativos para la humanidad. Por ello, habiendo trabajado en su equipo de gestión en el INEN, paso a escribir algunas experiencias en primera persona.
Y es que no puedo
soslayar un mensaje que marcó un nuevo reto en mi trayectoria como profesional. “Flaco, no
te conozco bien, pero algo me dice que haremos las cosas bien”, me dijo, con su
peculiar estilo coloquial, cuando me convocó a su equipo de gestión para fundar y dirigir la Oficina de Comunicaciones. Aquí cabe resaltar el valor estratégico de la confianza en la capacidad de cada profesional para el trabajo directivo y en equipo.
Y así fue que hicimos las cosas bien, trabajando con un gran equipo de
profesionales, una mixtura de experiencia y juventud, aportando lo mejor de cada uno para contribuir a la lucha contra el cáncer en el Perú, con el liderazgo de Carlos Vallejos Sologuren.
En su visión estratégica, el componente comunicacional tuvo un rol preponderante. En un país con bajos niveles de educación preventiva ante las enfermedades, fue necesario comunicar para cambiare el rostro al cáncer. Así fue que los
especialistas del INEN se convirtieron en fuentes informativa
frecuentes de los medios de comunicación locales y nacionales para dar a conocer los avances en la
lucha con el cáncer en el Perú y la importancia de prevenir.
“Hay que darle espacios (en los medios) a los oncólogos
jóvenes, porque ellos tendrán a cargo la tarea de continuar esta lucha contra
el cáncer”, me decía en sus instrucciones. Este lineamiento también reflejó su cualidad de estratega y sencillez personal.
Hoy viene a la memoria un diálogo, allá por el 2010, en una de las
tantas reuniones de coordinación y reflexión en su despacho en el INEN. Aquella mañana me preguntó cómo me imaginaba verlo en los próximos diez años. “Escribiendo libros, doctor”, le dije. Ese vaticinio
hoy es una grata realidad, pues, a la fecha, ha publicado varios libros de su
especialidad que ahora le pertenecen a la ciencia y a la humanidad.
Amistad
Esta semblanza formó parte de una alocución del autor en un reencuentro (después de 15 años) del entorno cercano del Dr. Carlos Vallejos Sologuren durante su gestión en el INEN, realizada en Lima la noche del miércoles 2 de abril de 2025, donde se celebró su trayectoria marcada por la excelencia, por la innovación, y sobre todo, por su
humanismo.
Su legado perdurará, inspirando a futuras generaciones de médicos y
servidores públicos. aquella noche se homenajeó, en un íntimo clima de fraternidad, al hombre, al médico, al líder, al amigo, al Dr. Carlos Vallejos Sologuren.
* N. E.:
Estimado Dr. Carlos Vallejos (sé que leerá este texto), gracias por darnos la oportunidad de trabajar bajo su conducción y permitirnos contribuir en la lucha para cambiar el rostro el cáncer en nuestro país.
Comentarios
Publicar un comentario