CUIDA TU PRIVACIDAD EN LAS REDES SOCIALES
Hasta
inicios del siglo
XXI había un juego entre los adolescentes que consistía en llenar un
cuestionario con los datos personales, los hobbies, las preferencias musicales
y deportivas y el nombre del enamorado o enamorada, según corresponda, entre otras informaciones que se podían confiar entre amigos. Era el juego del
SLAM.
Probablemente
su nombre prevenga de un anglicismo y quizá la noción más cercana hace
referencia a un vocablo de la jerga del inglés “que se usa entre las personas que
pertenecen al mismo grupo social y que se conocen bien”, tal como indica la web de Cambridge Dictionary.
El Slam constaba de un cuaderno cuidadosamente forrado y bien
adornado, generalmente de propiedad femenina, que incluía un amplio
cuestionario. La propietaria debía guardar confidencialidad de los
datos que ahí se consignaban, aunque luego todos los que participaban (hombres
y mujeres) se enteraban de las respuestas de los demás. La honestidad y el respeto por la
información ajena eran principios básicos para ser incorporados en la lista.
En
la página inicial del cuaderno la primera pregunta era: “¿Prometes responder con la
verdad?”, lo cual era casi como un sacramento porque la palabra se cumplía.
Eran tiempos cuando un secreto era guardado bajo siete llaves, cuando la
privacidad era muy respetada. Eran tiempos cuando no existían los teléfonos
celulares ni mucho menos las redes sociales.
En
tiempos contemporáneos, la privacidad personal se ha vuelto muy vulnerable,
debido a la Internet y al uso masivo de las redes sociales, fenómeno que se
complementa con los modernos dispositivos y aplicativos que traen los teléfonos celulares.
Ahora
todo lo que se publica en las redes sociales genera abundante e intenso
tráfico de información, muchas de ellas ciertas y muchas de ellas
falsas. Todo lo que se publica en estos foros virtuales es usado por
las mismas plataformas que ofrecen esos servicios. A mayores datos
compartidos, mayor es la vulnerabilidad. El hecho de
efectuar la configuración de privacidad tampoco asegura su resguardo dentro del entorno de los amigos o contactos virtuales.
Con base en
este razonamiento, los expertos han establecido una
lista de datos que deberían ser eliminadas de las cuentas personales de
Facebook principalmente. Aquí se detallan las recomendaciones según la web
Grandes Medios:
La fecha de nacimiento: Tu
cumpleaños, tu nombre
y apellidos completos constituyen los primeros datos personales que pueden ser
usados como insumo por los delincuentes y suplantadores de identidad con lo
cual podrían inclusive acceder a tus movimientos y cuentas bancarias.
El número de teléfono: Esto sería bueno si deseas tener más
admiradores, pero lo peor sería si tuvieras que lidiar diariamente con un acosador que te llame frecuentemente,
o cuando llaman los vendedores de tarjetas de crédito o de operadores de
telefonía celular.
Los “amigos” que no conoces bien:
Debes diferenciar muy bien a los amigos o
contactos que aceptas en Facebook donde se suele aceptar
solicitudes de personas a quien no se conoce a cabalidad, razón por la cual no
se sabe cómo pueden usar tus datos e imágenes compartidas. ¿Crees realmente
que tienes 500 o más amigos? Según especialistas, las interacciones
humanas significativas no sobrepasan el grupo de 150 individuos. Limita y
administra bien tu relación con todas las solicitudes de amistad aceptadas.
Las fotografías de los
hijos: Muchos padres
publican las fotos y videos de sus hijos menores de edad. Esto es
comprensible, puesto que los hijos son motivo de orgullo y
felicidad en el hogar. ¡Cuidado! Esas imágenes pueden ser usadas por delincuentes
o por personas inescrupulosas que realizan falsas “campañas solidarias” para recaudar de fondos a favor de “niños enfermos” o “abandonados".
Datos de la escuela de
tus hijos: Este dato
puede ser utilizado por delincuentes, secuestradores o pedófilos.
Información de tu trabajo: Los
asuntos de tu trabajo quedan en la oficina o taller. No los lleves a tu casa ni mucho
menos lo publiques en tus redes sociales, puesto que los proyectos o grandes
negociaciones corporativas no son temas de uso personal. Tampoco es
recomendable quejarte de tu trabajo o de tus jefes a través de Facebook. Estas
acciones podrían costarte tu puesto de trabajo.
Cuándo, dónde y duración de tus vacaciones: Si publicas tus imágenes mientras
disfrutas de tus merecidas vacaciones alejado de tu casa por unos días o
semanas, los delincuentes tendrán tiempo y libertad para entrar a tu
domicilio.
Tu estado sentimental: Si
tienes una nueva pareja no lo publiques en Facebook. Imagínate qué pasaría o
qué serios problemas traería esto si las cosas no funcionan bien entre los dos.
Imágenes de tu vehículo: Ostentar tus progresos y
logros en Facebook puede ser peligroso. Evita compartir imágenes con la placa
de tu vehículo. Esto puede servir de insumo para los delincuentes. Tampoco es recomendable
alardear de joyas o de costosas adquisiciones.
Dirección de tu casa: Esto tampoco es recomendable publicar por medidas de seguridad personal y
familiar. Tampoco tus rutinas diarias.
Tu ubicación: Tampoco es recomendable publicar por medidas de seguridad personal y familiar.
Salvo que seas un personaje público, no es vital que todos sepan cuando saliste
de compras o a hacer deporte, etc.
Información de tus jefes y/o profesores: Recuerda que si los tienes entre tus
contactos, ellos podrán tener una impresión de tu persona según lo que
publiques o tus reacciones así como de tus
costumbres , creencias religiosas o preferencias políticas.
Tus intereses: Los administradores de Facebook y otras empresas no dejarán de enviarte publicidad relacionada con tus preferencias y gustos.
Los tickets de embarque: Si presumes de tus viajes y te gusta compartir las fotos de tus tarjetas de embarque, por lo menos evita publicar los códigos o barras de seguridad de tu pasaje, pues estos guardan información que diste a la aerolínea.
Los tickets de embarque: Si presumes de tus viajes y te gusta compartir las fotos de tus tarjetas de embarque, por lo menos evita publicar los códigos o barras de seguridad de tu pasaje, pues estos guardan información que diste a la aerolínea.
Las fotos bochornosas: Quizás sean graciosas como anécdotas solo para un grupo reducido de tus amigos, pero qué pasaría si esto lo ven tus jefes o profesores, o tal vez no sea del agrado de mayoría de tus contactos.
Detalles de la tarjeta de crédito: Nunca.
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